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El Lobo Gris Nunca Sospechó Que Tragarse Una Mosca Fuera A Hacerle Cecear. Sus Compañeros Lobos Se Ríen De Él Y El Jefe Lo Expulsa De La Manada Por Ridículo. No Puede Más. ¡Tiene Que Dejar De Cecear! ¿Y Si Se Come Una Araña Para Que Esta Se Zampe A La Mosca? El Pobre Lobo No Sabe Que Sus Problemas No Han Hecho Más Que Empezar.